Inmigrar, Migrante o Emigrar ¿Cuál es la diferencia?

Inmigrar (del latín immigrāre), según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), es cuando una persona llega a un país extranjero para radicarse en él.

También supone la instalación de una persona en un lugar distinto de donde vivía dentro del propio país, en busca de mejores medios de vida.

Emigrar (del latín emigrāre), según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), es cuando una persona abandona su propio país para establecerse en otro extranjero.

Igual implica el abandono de la residencia habitual en busca de mejores medios de vida dentro de su propio país.

Migrante, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), es cualquier persona que se desplaza o se ha desplazado a través de una frontera internacional o dentro de un país, fuera de su lugar habitual de residencia independientemente de:

1) Su situación jurídica

2) El carácter voluntario o involuntario del desplazamiento

3) Las causas del desplazamiento

4) La duración de su estancia

¿Cuál es la diferencia?

Más que una diferencia el uso de estos 3 término dependerá del especialista, persona o institución que los use. Para algunos, las formas “emigrante” e “inmigrante” resultan ser más específicas que migrante, pero para otros es ésta última, porque es una denominación usada por los organismos internacionales y resulta menos peyorativa.

Para mí no se diferencian, porque las tres denominaciones te llevan al mismo final: un desplazamiento, en nuestro caso, largo, distancias grandes, que implican océanos de por medio, cambios que pueden ser para algunos dolorosos y de nostalgias profundas.

De manera que no importa como te llamen, lo importante es como te sientas y qué haces para integrarte a tu nueva realidad. Por ello te invito compañer@ inmigrante, migrante o emigrante, con el término que te identifiques, a emprender este nuevo camino con una actitud flexible ante las situaciones que tengas que enfrentar, para lograr una adaptación rápida, donde la integración a la cultura, normativas, en algunos casos al idioma, y en general ese nuevo modo de vida sea enriquecedor para ti.

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Escrito por Angélica Hernández Rodríguez @lapizcontentus
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Comentarios

  1. Carla Rassu dice:

    Este artículo me ha parecido muy interesante y sobre todo hace reflexionar. Una reflexión que se me ha venido a la mente es sobre el término «migrante». Lo interesante es que si pensamos bien en el término «migrante» la definición dada por OIM no es totalmente correcta. Esto es porque «migrante» es un participio presente e implica una acción no acabada sino continua (esta reflexión fue propuesta por el antropólogo Mikel Aramburu). Y aquí está la complejidad del fenómeno migratorio. Migrar no es una simple acción, no es pasar de un país a otro, es involucrarse en un viaje sin fin con sus maravillas y momentos de dificultad, es volver a interpretar y descubrir el mundo. Ser migrante no es haber cumplido con una acción sino un estado en continua evolución. Muchísimas gracias Angélica para haberme hecho recordar y reflexionar.

    1. editora2020 dice:

      Gracias Carla por tu reflexión. Precisamente el tema de análisis es la migración como un proceso de vida, que conlleva una transformación para la persona, un cambio cultural que implica un reaprendizaje y flexibilidad para adaptarse, es en definitiva una acción continua y compleja que para mi es como un viaje inacabable. Entonces bienvenida a ese viaje, ya somos compañeras!!

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