Carmen Gavilán Guzmán: pintora de su vida

💃En el Día Internacional de la Mujer 2022, comparto la historia de Carmen Gavilán Guzmán, emprendedora por naturaleza, docente de profesión y pintora de vocación.

💃Este 8 de marzo, Espacios Femeninos cuenta las vivencias de Carmen, a quien ni la Esclerosis Múltiple le ha impedido salir en pro de sus sueños, y emprender toda una travesía para ejercer a plenitud el rol de madre, hija, profesional, compañera, en fin, multitarea como toda mujer.

Emprender es una palabra bonita, que según la RAE (Real Academia Española) significa: “acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro… Es tomar el camino con resolución de llegar a un punto”.

Emprender, entonces es un camino natural para la mujer desde que nace. Emprender está en nuestra genética, y es precisamente la sección “Mujeres emprendedoras” donde relato sus historias.

En esta ocasión comparto las vivencias de Carmen Gavilán Guzmán, mujer española, quien no es inmigrante pero que afirma que es ciudadana del mundo y, aunque no ha viajado tanto como le gustaría, está convencida que pudiera adaptarse a cualquier lugar del planeta.

De manera que es la protagonista de esta historia, donde abre su libro de vida para compartir sus luchas, que muestra la resolución de empoderarse de su vida y destino, sin abandonar la esencia de mujer con sus multitareas y roles.

Carmen: ¿Qué te motiva a emprender?

Carmen Gavilán Guzmán: pintora de su vida

Emprender es una cosa innata que tengo. No necesito motivación. Desde pequeña siempre estoy emprendiendo. Después la vida me hizo emprender por necesidad. Tuve que emprender cuando me hice madre tan joven (17 años), luego para lograr una autonomía económica para poder hacerme cargo de mi hija y separarme de su padre, con quien no era feliz.

Cuenta que formar una familia junta a su hija y salir adelante, representa el mayor emprendimiento de su vida. “Trabajé mucho y estudié mucho, hice mi carrera y tuve mi primer trabajo”, comenta complacida.

Carmen es maestra, especializada en Lengua española e inglesa.  Nos confiesa, con sinceridad, que se decantó por la docencia no por vocación sino por una cuestión práctica. Sin embargo, se dio cuenta que es el trabajo “más bonito” que se puede ejercer.

Después de graduarse participó en las oposiciones para un cargo como docente en la educación pública. “Yo nunca había querido ser funcionaria… no quería depender del Estado ni de nadie, pero dadas las circunstancias pensé que era lo más práctico por ser un trabajo estable”.

Emprender de nuevo

Después de graduada, Carmen tuvo un tiempo corto de descanso porque enfermó muy joven. Con 23 años le diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Esa noticia la llevó de nuevo a emprender para ver cómo seguía con su vida, siendo una mujer joven, separada, con una hija y una enfermedad irreversible y progresiva.

“Cuando me diagnosticaron mi enfermedad nunca lloré, me dije no puedo enfermarme, tengo que seguir porque no quiero que mi hija se quede viviendo en la ciudad donde vivo, porque va a tener menos oportunidades, por ser una sociedad muy conservadora”.

La docencia la empezó en su ciudad natal, pero al enfermar tuvo un año sin trabajar “por un brote tremendo de Esclerosis Múltiple”. Por este suceso quisieron jubilarla a los 23 años, pero su empuje y valor la llevó a luchar y hacer cosas “increíbles” como “asaltar” el despacho del Consejero de Educación para que leyera su informe, y escuchara de sus razones para seguir trabajando.

“Luché mucho y conseguí una comisión de servicio por enfermedad, que consistía en que cada año me cambiaban de centro. Luego logré quedarme en Sevilla capital, porque estaba cerca de mi hospital de atención”.

Pues nada así llega Carmen a Sevilla con su hija en el año 1993, lugar donde nos revela que nunca había imaginado para vivir. Ciudad donde inició una nueva travesía de vida.

Pintando sueños

La conversación con Carmen fue larga y llena de muchas risas. Y entre pregunta y pregunta llegó la que siempre les hago a toda mujer emprendedora: ¿Tu emprendimiento es un sueño o una realidad?

“En este caso te diría que es la misma cosa. Yo siempre estoy soñando, cuando cierro los ojos por las noches o estoy enferma en el hospital siempre sueño, porque yo vivo del sueño. Y si ese sueño no se cumple no es que haya fracasado, es que sigo con otro sueño que es como emprender otra cosa diferente”, afirma con convencimiento ante mi pregunta.

Carmen Gavilán Guzmán: pintora de su vida

Tu taller de pintura, es entonces ¿un sueño hecho realidad?

El taller de pintura siempre había sido un sueño, porque siempre quise ser pintora. Mi íntima amiga, Teresa, es pintora y queríamos hacer la carrera juntas. Quería estudiar Bellas Artes, pero quedé embarazada y opté por ser madre.

Al elegir ser madre Carmen maduró en horas y minutos, abandonando otros sueños que a sus 17 años tenía como irse con una mochila colgada a su espalda a pintar por el mundo.

Sin embargo, afirma ser afortunada porque aún es una mujer joven y ya tiene dos maravillosas nietas, de quienes disfruta mucho y le dan una felicidad indescriptible, que solo se puede entender dice ella cuando se es abuela.

¿Cuándo empieza el taller de pintura a salir de tus sueños?

El taller de pintura era un sueño que pretendía hacer realidad alguna vez en mi vida, que empezó hacerse paradójicamente tangible con la Esclerosis Múltiple.

Y es que Carmen nos revela que su enfermedad le ha aportado muchas ventajas, siendo una de ellas el estar jubilada.

Aunque su proceso de jubilación fue un momento difícil al principio, porque le gustaba lo que hacía y tuvo que admitir que era una mujer enferma, que el propio Estado no consideraba útil. Sin embargo, activó su plan B y el mismo año que la jubilaron se matriculó en la universidad en la carrera de Bellas Artes.

Recuerda que estudió un año pintura, pero le dio un brote de Esclerosis Múltiple que la imposibilitó a continuar la carrera. No obstante, nuevamente, al mejorar su salud volvió con otro plan B, que en esta ocasión fue participar en un taller de pintura que dictaban cerca de la plaza El Pelícano, muy cerca de su casa.

Carmen Gavilán Guzmán: pintora de su vida
Mar, uno de los cuadros consentidos de Carmen

“Allí encontré un lugar maravilloso que no sabía que existía, un sitio muy peculiar ubicado en una antigua nave que por fuera no parece mayor cosa, pero cuando atraviesas el portalón llegas a un mundo mágico, que es como retroceder en el tiempo y donde huele a jazmín y a dama de noche en verano, y a leña de chimenea encendida en invierno, donde se oye el sonido de los distintos talleres artesanos”.

Así describe Carmen el lugar donde está ubicado su taller en la plaza El Pelícano #4, donde convive el colectivo “Pelícano ahora”, el cual realiza jornadas de puertas abiertas para que la comunidad conozca sus creaciones.  

Nuestra mujer emprendedora ha participado de esas jornadas abiertas, los días 5 y 6 de marzo hicieron una, y ella participó con su emprendimiento que lleva por nombre “El taller de Carmen”.

Su taller hace vida dentro de un espacio más grande que pertenece a su maestro de pintura Ricardo Rodríguez Llinares.  “Era un trastero al principio, lleno de todo, que no se podía entrar y quedé con mi maestro de alquilar ese espacio dentro de su espacio y así surgió mi tan soñado taller”.

En el “Taller de Carmen” te encuentras con una pintura alegre, colorista, luminosa, que expresa sus momentos de vida. Es un lugar acogedor que invita a la relajación y te inspira a la creación.

Allí los sentimientos de Carmen cobran vida a través de los pinceles y la fotografía. Ella misma dice que… “curiosamente cuando mejor pinto, aunque parezca paradójico, es cuando peor me siento, cuando estoy pasando una racha difícil complicada… es mi ventana de escapa”.

¿Qué estilo identifica tu pintura?

Cuando empecé quería tener un estilo propio ¡No se cómo surgió! pero tengo ahora una manera de pintar, y es que al empezar una obra la inicio con colores muy vibrantes y sobre ellos empiezo el cuadro.

Ese es el estilo de Carmen, quien dice que ahora se puede reconocer su pintura. “Eso me hace feliz”, puntualiza con una sonrisa que se dibuja en su mirada.

Destaca con alegría una reseña que hace un tiempo le realizó el ABC de Madrid. Un representante de este periódico la contactó para decirle que habían visto sus fotografías en Instagram, y que querían permiso para publicarlas en un especial de su revista.

Esa reseña fue para Carmen un antes y un después en su emprendimiento: “Me dije si personas desconocidas les gustan mis pinturas, pues deben gustar. Así empecé a tomarlo en plan profesional. Por ello, hice mis tarjetas de visita y comencé a vender cuadros y entendí que no hacía falta terminar la carrera para ser pintora, que es un talento, que al igual que el canto o el baile… son innatos”.

Un lugar mágico

Carmen Gavilán Guzmán: pintora de su vida
Carmen con sus adoradas nietas

A pesar de que el taller no es el centro de su vida, porque son sus hijos su eje central, reconoce que el taller de pintura es solamente para ella. “Es la única actividad que he realizado para mí, me da fortaleza y vitalidad”.

Lo describe así: “… es un sitio mágico, un lugar de escape. Me cuesta estar todos los días por mi salud y la atención de mi hijo (14 años), pero cuando estoy allí es como si entrara en otro mundo, mi cabeza vuela, pongo música y se me pasan las horas”.

En su taller, Carmen pinta lo que quiere. Sus pinceles dan vida a paisajes floridos y coloridos, se siente afortunada de esa libertad, porque sabe “que hay muchas mujeres en el mundo que no tienen esa oportunidad”.

Lucha constante

“Las mujeres del todo el planeta tenemos un problema en común, y es que vivimos en una continua lucha, da igual que seas madre que no lo sea (aunque si eres madre es más complicado). También, da igual qué puesto de trabajo tengas o tu estatus social, siempre tendremos más dificultades que los hombres para lograr nuestros sueños”, opina Carmen sobre la figura femenina.

Al respecto, nos relata que nació en una ciudad con una sociedad de visión muy cerrada, donde por aquel entonces ser mujer con una niña y querer estudiar era un motivo para constantes críticas.

Sin embargo, para Carmen aún la sociedad española tiene un remanente de machismo intrínseco. “Se ve en la forma como muchos jóvenes tratan a sus novias, en las diferencias salariales, además si le sumas que la mujer está en edad de procrear y está casada se le hace mucho más complicado avanzar en el mercado laboral”.

¿Qué le dirías a las mujeres que sueñan con emprender?

Les diría que no le hagan caso a Calderón de la Barca, quien es un escritor español clásico que estudiamos en el colegio, que en una de sus obras decía “los sueños, sueños son…” Yo digo que los sueños son realidades si tú quieres que sean realidad, no hay nada que te lo impida con menor o mayor dificultad.

Agrega que les dirías un consejo: “para cumplir sus sueños no dependan de nadie, que seas tu la que consigas los recursos y el modo para lograr tus sueños. Está muy bien tener un marido, amigos y familia, pero cada una tenemos que lograr nuestros sueños por nuestras capacidades”.

Una vieja amiga

Carmen Gavilán Guzmán: pintora de su vida
Carmen comparte la alegría de vivir con su hijo Tomás

Reconoce Carmen que la Esclerosis Múltiple hizo un punto de inflexión en su vida. “Yo era una persona con una energía brutal, convencida de lograr lo que quisiera y la Esclerosis Múltiple me frenó y enseñó que tenía que organizarme mejor. Desde el día cero, digamos que la enfermedad y yo nos hicimos amiga, porque tendríamos que estar juntas el resto de la vida”.

Ella hace una lectura positiva de todo lo que le ha aportado la Esclerosis Múltiple, la cual le evitó dar vueltas por muchos pueblos durante su época docente. “Me quedé en Sevilla por estar el centro de salud que trataba mi enfermedad cerca. Eso fue algo positivo para mi hija, quien pudo permanecer en un colegio toda su educación. También mejoró mi relación con mi padre, quien tiene un carácter fuerte al igual que yo”.

¿Cómo es la Esclerosis múltiple?

Es una enfermedad muy compleja, te voy a decir la palabra textual que me dijo el médico cuando tenía 24 años, cuando me la diagnosticaron: “lo que tienes es una putada y te aconsejo que vivas la vida al día pero con cabeza, porque nunca se sabe cómo vas a estar mañana”. Y desde entonces así he procurado hacerlo a lo largo de mi vida.

Describe que es una enfermedad que al sufrir un brote no sabe cuánto dura. En cada recuperación quedan secuelas que te evitan hacer cosas. Por ejemplo, ella ya no puedo subir montañas ni viajar a un país donde tenga que ponerse muchas vacunas, porque es contraproducente para su salud.

La solución para Carmen, es soñar con cosas que si puede hacer. Es replantear metas y seguir adelante. “En uno de los brotes duré como 6 meses y no podía utilizar mis manos ni piernas, por ende, no podía pintar ni caminar. Me pregunté qué puedo hacer…”

En vez de quedarse en casa llorando y sintiéndose desgraciada. Se apuntó a clases de canto con una soprano, que por cierto es argentina, y ese tiempo lo pasó “muy bien”.

Compañeras de travesía

Durante los brotes de la Esclerosis Múltiple, María (hija mayor de Carmen) ha sido compañera de travesía, porque la ha ayudado en esos momentos, lo que ha significado un aprendizaje de vida.

“Mi hija me ha peinado, me ayudaba a lavar los platos después de las comidas, me llevaba en la silla de rueda para hacer la compra. María ha crecido con una madre enferma, pero -dicho por ella- eso no le causó ningún trauma sino todo lo contrario la hizo una mujer fuerte y libre, es ella y sus circunstancias”.

En su última hospitalización Carmen tuvo soñando, y al salir del centro de salud ya tenía en mente otro proyecto de vida: “es más familiar que personal, con el cual busco blindar el futuro de mi hijo”.

Para finalizar, la compañera nos revela que cada brote le da fuerza, porque piensa en todo lo que va a realizar cuando se ponga bien. La Esclerosis Múltiple no ha sido un impedimento para sus sueños, todo lo contrario, usa ese tiempo para crear nuevas oportunidades para su vida. En definitivamente Carmen es la alfarera y pintora de su propia historia.

De manera que espero que sus vivencias te sirvan de inspiración, para continuar de pie en cada batalla que tengas que enfrentar, no importa lo duro que sea el combate y que en algunas ocasiones puedas sentir que las fuerzas te abandonan.

Si quieres conocer más a Carmen y su arte, te comparto sus coordenadas digitales: carmengavilanguzman@gmail.com y @carmengavilanguzman en Instagram y @carmengavilanguzman.fotografiaypintura en  Facebook.

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Comentarios

  1. Elina dice:

    Excelente entrevista. Una mujer real y emprendedora. Enhorabuena buena por vuestros trabajos

    1. Angélica dice:

      Que bueno que le guste!!Usted, Sra.Elina es otra luchadora, ejemplo para todas nosotras.

  2. Carmen Gavilán Guzmán dice:

    Magnífica entrevista Angélica. Te estoy muy agradecida, por romper mi silencio. Gracias, gracias, gracias.

    1. Carolina ID dice:

      Maravillosa entrevista Angelica!! No dejes de escribir!! Que ejemplo de mujer de superación, de crecimiento. Gracias por este pequeño relato, por mostrarnos q el cambio también depende de una misma, de nuestras cabezas, dejar de ser conformistas, empezar a creérnoslo, primero nosotras, a escucharnos, cambiar el chip, ese don de fortaleza innata no se debe destinar únicamente a la resignación, a la resiliencia ante el sufrimiento, esa fuerza es la q hay q revertir e invertir en nuestra capacidad de mejora de alcanzar nuestros sueños y disfrutar de ellos.

      1. Angélica dice:

        Gracias!! EspaciosFemeninos.com es para todas nosotras, para visibilizar las vivencias de la mujer.

    2. Angélica dice:

      Gracias a ti!!! Gracias por acompañarme en esta aventura editorial y en mis sueños.

  3. Mari Carmen Solís dice:

    Eres una luchadora

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