La inmigración femenina en España ha crecido exponencialmente en los últimos años. En especial la de mujeres extracomunitarias provenientes de países de Latinoamérica. Ese crecimiento dentro de la sociedad española plantea grandes retos como la inclusión de la mujer inmigrante ¿realidad o mito?
Después de un septiembre y octubre complicado con múltiples actividades para la sobrevivencia diaria, como estamos todas en este país, retomo los contenidos del blog no si antes ofrecerles disculpas por mi silencio digital de estas últimas semanas. Además de decirles que nunca olvido a todas las compañeras que siguen o participan en Espacios Femeninos.
Regreso compartiendo con ustedes una inquietud que llevo en mi mente desde que me convertí en inmigrante: será la inclusión de la mujer inmigrante ¿realidad o mito?
Inquietud que expresa muy bien una amiga muy querida en un video carta titulado “Musas migrantes”, con la cual participó en la iniciativa: LAS MUJERES CAMBIAN LOS MUSEOS: DE LA IGUALDAD A LA EQUIDAD.
Iniciativa impulsada por la Universidad Complutense, la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de Sao Paulo y con el patrocinio del Instituto de las Mujeres. Su misión es: analizar, discutir y formular la problemática de la Inclusión social en museos a partir de las discusiones de género en claves decoloniales para generar un cambio radical en los discursos y dinámicas museográficas orientadas a la igualdad y la equidad.
Inclusión ¿realidad o mito?
Y llegamos a la idea clave: inclusión ¿qué es? Según la RAE es conexión o amistad de alguien con otra persona. Si vamos un poco más allá en su significado: sería la actitud, tendencia o política de integrar a todas las personas en la sociedad. El objetivo sería de que puedan participar y contribuir en ella y beneficiarse en este proceso. La palabra, como tal, proviene del latín inclusio, inclusiōnis.
De manera que inclusión en temas migratorios sería la búsqueda de integración de las personas migrantes a la sociedad de ese nuevo país. En nuestro asunto, estaríamos hablando de la integración de las mujeres inmigrantes a sus nuevas realidades.
Sin embargo, la integración de la mujer toma otras dimensiones, en especial si hablamos de oportunidades para un puesto de trabajo. En un Estudio sobre la Situación Laboral de la Mujer Inmigrante en España se manifiesta que el colectivo femenino migrante mantiene una posición subalterna y de sobrecualificación en el mercado de trabajo.
Este estudio fue impulsado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (Universidad P. Comillas). En sus conclusiones se evidencia que las mujeres aparecen conformando el último segmento del mercado de trabajo en España, concentradas en sectores y ocupaciones de baja cualificación, y en centros de trabajo y plantillas feminizadas y étnicas, fundamentalmente formadas por mujeres inmigrantes.
Trabajos, además, caracterizados por un rango salarial bajo y por una fuerte inestabilidad laboral y contractual. Además, de la temporalidad, informalidad, rotación anual entre el desempleo y el empleo, etc.
Falta camino
Se revela que el colectivo de mujeres extracomunitarias concentra un segmento de precariedad, compuesto por el 56% de la población femenina inmigrante en España. Colectivo formado, principalmente, por mujeres que trabajan en el sector de cuidados mayoritariamente.
Luego un 53%, en ocupaciones manuales de cualificación básica, 30%. Un segmento de trabajadoras de bajos salarios y con una fuerte inestabilidad laboral. El 100% de las mujeres de este grupo tienen contratos temporales o trabajan informalmente.
Estamos ante una realidad social donde a la inclusión le falta mucho camino por recorrer, y más si hablamos de inmigración femenina en España, la cual se ven afectadas por desigualdades de género, clase social y etnia. Situación que reafirma la necesidad de fomentar más políticas de integración social y laboral que garanticen esa inclusión de todas y todos en la sociedad, en este caso, española.
Participación activa
Por ello, las animo a la participación activa en las iniciativas (por pequeñas que sean) de integración que vienen desde sectores públicos y privados, así como ONG´S de ámbito nacional e internacional que apuntan a la inclusión mediante el crecimiento personal de las mujeres inmigrantes.
No podemos quedarnos estacionadas con el primer trabajo que se logre. Tenemos que atrevernos a ir por más en el mercado laboral del país donde decidimos iniciar un nuevo capítulo de vida. Muchas veces la posibilidad de cambio de nuestras realidades empieza por la voluntad que nosotras pongamos para tal fin.
Si estás de acuerdo con mi visión puedes escribirme al correo de espacios20femeninos@gmail.com o dejarme un comentario con sugerencias, ideas o inquietudes. Así juntas podremos contribuir a que la respuesta a la pregunta: ¿Realidad o mito? sea positiva👍.
El camino es largo y difícil, como dice mi amiga en su video carta, somos migrantes que soñamos con más oportunidades en el ámbito laboral. No obstante, esos sueños no lo podemos dejar huérfanos ni a la deriva, debemos encargarnos de hacerlos realidad como dice la diseñadora venezolana Carolina Herrera: «Lo imposible no existe para una mujer solo le toma tiempo conseguirlo».