La hallaca, es un pedacito de Venezuela para la diáspora venezolana cada vez que llega la navidad. Es un sabor cargado de nostalgia, alegría y de reencuentro con nuestra identidad. Sin lugar a dudas la hallaca es un plato navideño que sabe a Venezuela para todos los que estamos fuera y dentro de nuestro país, es la sazón de la unión para todos.
Según Wikipedia la hallaca, es un tamal tradicional de Venezuela. Consiste en una masa de harina de maíz sazonada con caldo de gallina o de pollo, pigmentada con onoto, rellena con guiso de carne de res, cerdo, gallina o pollo. También llevan aceitunas, uvas pasas, alcaparras, papa, zanahoria, pimentón y cebolla. Son envueltas de forma rectangular en hojas de plátano, atadas con pabilo y se cocinan hervidas en agua.
Sin embargo, la hallaca es más que un tamal tradicional para los venezolanos, en especial para los que estamos lejos de nuestro país. La hallaca significa para nosotros que llegó diciembre, llegó navidad y que nos llegó el momento del reencuentro con la familia y los amigos para preparar este plato navideño.
Milagro culinario
Para la diáspora venezolana diciembre es sinónimo de gestión culinaria, para lograr el milagro de hacer sus queridas hallacas, que es un plato navideño que sabe a Venezuela, a la familia que tenemos lejos y a los amigos.
Por los grupos de WhatsApp o Telegram se activa la comunicación para saber dónde se puede comprar las hojas para envolver las hallacas, qué tipo de carne se parece a la que se usa en Venezuela para hacer el guiso. En fin, dónde se puede conseguir la mayoría de los ingredientes para lograr hacer nuestro planto navideño, que además de llenar la mesa de navidad de buen sabor, también nos llena el alma de los aromas y sabores de nuestra tierra.
Para todos los venezolanos que estamos lejos, para aquellos conocidos que probaron nuestras hallacas y quieren aventurarse en hacerlas, les comparto un video de uno de nuestros chef más conocido y popular: Sumito Estévez.
Sabor mestizo
La hallaca tiene un sabor mestizo, como todo en Venezuela. Somos productos de la confluencia de diversas culturas, tal como lo dijo el ilustre intelectual Arturo Uslar Pietri en su artículo “La hayaca como manual de historia”:
“Hay platos en los que se ha concentrado la historia como en un conciso manual. Nuestra hayaca, por ejemplo, es como un epítome del pasado de nuestra cultura. Se la puede contemplar como un breve libro lleno de delicias y de sugestiones… En su cubierta está la hoja del plátano. El plátano africano y americano, en el que el negro y el indio parecen abrir el cortejo de sabores. Luego está la luciente masa de maíz. El maíz del tamal, de la tortilla y de la chicha, que es tal vez la más americana de las plantas”.
Sigue Uslar Pietri describiéndola con deleite profundo: “en la carne de gallina, las aceitunas y las pasas está España con su historia ibérica, romana, griega y cartaginesa. En lentas invasiones sucesivas fueron llegando a la península estos alimentos… Pero también en el azafrán que colorea la masa y en las almendras que adornan el guiso están los siete siglos de la invasión musulmana… Y la larga búsqueda de las rutas de las caravanas de la Europa medieval hacia el Oriente fabuloso de riquezas y refinamientos está en la punzante y concentrada brevedad del clavo de olor”.
Etimología de la hallaca
Según el naturalista alemán, Adolfo Ernst (1832-1899), la palabra hallaca viene del guaraní aya «mezcla» y el sufijo español aca que indica «relacionado con» como en afrodisiaca y machaca.
Sin embargo, estudios realizados por el filólogo nacionalizado (nacido en Polonia) Angel Rosenblat (1902-1984) encontró documentos datados de 1538 y 1608 donde usaban la palabra hayaca para describir paquete o envoltorio. Entonces se dedujo que la palabra hallaca proviene de una palabra guaraní que significa paquete.
Origen colonial
La hallaca nació en las comunidades marginadas durante la época colonial de Venezuela. Los esclavos negros e indígenas elaboraban el plato con las sobras de comida que dejaban sus amos, y se preparaba más que todo en los campos de recolección de cacao, maíz y plátano. Después del festín de los amos blancos, los esclavos negros y los indígenas se reunían alrededor de fogatas, juntaban las sobras de comida, hacían un guiso y lo envolvían en hojas de plátano ahumadas, siendo esto un símbolo de unión en común entre las razas que perdura hoy en día y se manifiesta en las familias venezolanas en épocas navideñas como una tradición.
Es que así nuestra hallaca es todo un festín de sabores, sentimientos e historia, que al igual que la arepa forma parte de nuestro identidad cultural mestiza con la cual nos damos a conocer ante el mundo. Espero que te guste mi historia sobre este plato navideño con el cual les deseo feliz año y que tenga un buen inicio del 2022.
La mejor comida venezolana, tiene todo ( buena sazón, buen gusto y excelente presentación) recomendable 100% las delicias de Mirian..
Así es!! La hallaca es nuestra consentida y las de Mirian son hechas con el corazón!!!