Emociones danzantes

“Si eres capaz de conquistarte a ti mismo, conquistarás el mundo”

Paulo Cohelo.

¿Conquistémonos? Podemos decir que esta frase nos invita a conocer todas las herramientas que habitan en nosotros mismos, y utilizarlas para liberarnos de tantas creencias que tenemos de la vida y de cómo nos vemos en ella. 

¿Cómo lograrlo?

Primero, necesitamos aprender a escucharnos y estar completamente comunicados con nosotros, incluso en aquellos momentos en que no hay concordancia con lo que pensamos y sentimos.

Segundo, creo que debemos comprender que somos seres sintientes y dinámicos, que estamos en constante movimiento y transformación, al igual que nuestras emociones que aparecen según el momento en el que nos encontremos.

Las emociones pueden ir cambiando constantemente, en cada segundo de nuestra existencia. ¡Esto es maravilloso, y está bien! Somos diversos, somos cambiantes, somos todo y somos locos.

¿A quién no le ha pasado…?
  • Sentir rabia en alguna situación y dejarla pasar, porque no es el momento adecuado.
  • Querer reír y reír porque le haya dado un ataque de risa en plena clase de biología, y no puedes hacerlo porque es señal de mala educación.
¿Qué papel queremos representar?

Ya es tiempo de liberarnos de las ataduras, y comenzar a comprender que las emociones son parte de nosotros y todo lo que sintamos… ¡Está bien!

¡Vamos allá! Te invito a sentir con naturalidad….

¿Te has preguntado alguna vez…?
tristeza

¿Por qué me estoy sintiendo así?

¿Está bien sentir miedo en estas circunstancias?

¿De dónde proviene esta tristeza?

Todas las preguntas que nos asalten son importantes, pues estamos aprendiendo a escucharnos. En consecuencia, aceptaremos nuestra manera de sentir y podremos fluir sin ataduras y prejuicios.

¿Me permito sentir?

¿Me juzgaré demasiado?

¿Me escucho cuando algo realmente no me hace bien?

¿Me comprendo?

No reprimas tus emociones

Debemos comprender que nuestro cuerpo es el más fiel reflejo de nuestras emociones. Anteriormente hemos hablado un poco de como las enfermedades son las mensajeras de nuestro cuerpo. Cómo nos habla para que pongamos atención y podamos ir más allá en nuestra escucha.

emociones en crisis

La Biodescodificación está orientada a indicarnos que lo que nos sucede a nivel físico, en mayor o menor medida, es producto de nuestras emociones, consecuencia de cómo percibimos todo lo que nos ocurre en nuestro día a día.  

De allí, la importancia de comprender que reprimir las emociones solo provoca que nos dañemos a nosotros. Nos engañamos irremediablemente cuando creemos que con el tiempo esa sensación pasará y será un mal recuerdo.

Tan equivocado podemos llegar a estar que, con el tiempo, todas esas sensaciones van quedando guardadas en cada rinconcito de nuestro cuerpo, en cada órgano y célula, como un gran almacén de nudos sin deshacer y el cuerpo insistirá en pedir auxilio, en forma de enfermedades aparentemente sin causa.

Es tiempo de decirnos que está bien ser felices, creativos, espontáneos y reírnos hasta que nos duela la barriga. Y también está bien llorar y gritar si así lo sentimos. Está bien tener rabia y soltarla frente a situaciones que escapan de nuestras manos. ¡ESTÁ BIEN! ¡sintámonos!

Quizás reír y sentirte feliz, es más fácil porque terminan siendo momentos agradables y liberadores para muchas y muchos de nosotros. Sin embargo, qué sucede con la tristeza, la rabia, el miedo, la envidia o los celos. ¿Será que socialmente son emociones menos aceptadas? O simplemente las rechazamos porque no nos hacen sentirnos del todo bien.

Pues, es justo aquí donde creo que debemos prestar mayor atención. Ya que somos seres que habitamos en cada una de nuestras emociones. Las experimentamos diariamente. Y me gustaría mucho que eso quedara clarísimo, porque las emociones son danzantes, van y vienen, según cada circunstancia y experiencia.

Entonces, lo más importante no solo será el reconocerlas y comprender qué nos quieren decir, si no también dejarlas fluir, expresarlas y no sentirnos mal por ellas, ni mucho menos avergonzarnos. Habitarlas es parte de nuestro crecimiento y nuestra comprensión. Es la única forma que tendremos para gestionarlas y hacer de ellas una herramienta de liberación de nuestro ser.

Escrito por Romina Peñafiel penafielmartinezromina@gmail.com Imagen de Nika Akin en Pixabay Imagen de DG-RA en Pixabay
Imagen: Canvas
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